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¿Estamos viviendo en un programa de Ordenador? un físico ofrece una forma de averiguarlo Los físicos han tratado durante mucho tiempo de explicar por qué el universo surgió en condiciones adecuadas para el desarrollo de la vida. ¿Por qué las leyes y constantes físicas toman valores muy específicos que permiten que las estrellas, los planetas y, en última instancia, la vida evolucionen?
"¿Estamos viviendo en un programa de computadora?": un físico ofrece una forma de averiguarloFotos de fuentes abiertas
Por ejemplo, la fuerza de expansión del universo, la energía oscura, es mucho más débil de lo que sugiere la teoría, lo que permite que la materia se una en lugar de separarse.
La respuesta general es que vivimos en un multiverso infinito de universos, por lo que no debería sorprendernos que al menos un universo sea el nuestro. Pero la otra es que nuestro universo es una simulación por computadora en la que alguien (quizás una especie alienígena avanzada) está ajustando las condiciones.
La última opción está respaldada por una rama de la ciencia llamada física de la información, que asume que el espacio-tiempo y la materia no son fenómenos fundamentales. En cambio, la realidad física se compone principalmente de fragmentos de información de los que emerge nuestra experiencia del espacio-tiempo.
En comparación, la temperatura "emerge" del movimiento colectivo de los átomos. Ningún átomo tiene una temperatura en principio.
Esto lleva a la increíble posibilidad de que todo nuestro universo pueda ser en realidad una simulación por computadora.
La idea no es tan nueva. En 1989, el legendario físico John Archibald Wheeler propuso que el universo es fundamentalmente matemático y se puede considerar que surge de la información. Acuñó el famoso aforismo "es del ritmo".
En 2003, el filósofo Nick Bostrom de la Universidad de Oxford en el Reino Unido formuló su hipótesis de modelado. Esto prueba que en realidad es bastante probable que estemos viviendo en una simulación.
Esto se debe a que una civilización avanzada debe llegar a un punto en el que su tecnología se vuelve tan sofisticada que las simulaciones son indistinguibles de la realidad y los participantes no sabrán que están en una simulación.
El físico Seth Lloyd del Instituto Tecnológico de Massachusetts en los EE. UU. ha llevado la hipótesis de la simulación al siguiente nivel al sugerir que todo el universo podría ser una computadora cuántica gigante.
Datos empiricos
Existe alguna evidencia de que nuestra realidad física puede ser una realidad virtual simulada en lugar de un mundo objetivo que existe independientemente del observador.
Cualquier mundo de realidad virtual estará basado en el procesamiento de información. Esto significa que todo finalmente se digitaliza o pixela hasta el tamaño más pequeño que no se puede subdividir más: bits.
Esto parece imitar nuestra realidad según la teoría de la mecánica cuántica que rige el mundo de los átomos y las partículas. Establece que existe la unidad discreta más pequeña de energía, longitud y tiempo.
De manera similar, las partículas elementales, que constituyen toda la materia visible del universo, son las unidades más pequeñas de materia. En pocas palabras, nuestro mundo es desigual.
Las leyes de la física que gobiernan todo en el universo también son como líneas de código de computadora que seguirá una simulación cuando se ejecute un programa. Además, las ecuaciones matemáticas, los números y los patrones geométricos están en todas partes: el mundo parece ser completamente matemático.
Otra curiosidad de la física que apoya la hipótesis del modelado es el límite máximo de velocidad en nuestro universo, es decir, la velocidad de la luz. En VR, este límite correspondería al límite de velocidad del procesador o al límite de potencia de procesamiento.
Sabemos que un procesador sobrecargado ralentiza las simulaciones por computadora. De manera similar, la teoría general de la relatividad de Albert Einstein muestra que el tiempo se ralentiza cerca de un agujero negro.
Quizás la evidencia más convincente de la hipótesis de la simulación proviene de la mecánica cuántica. Esto sugiere que la naturaleza no es "real": las partículas en ciertos estados, como en ciertos lugares, parecen no existir a menos que realmente las observes o las midas. En cambio, están en diferentes estados al mismo tiempo. De manera similar, la realidad virtual necesita un observador o programador para que las cosas sucedan.
El "entrelazamiento" cuántico también permite que dos partículas se conecten de manera extraña, de modo que si manipulas una, también manipulas automática e inmediatamente la otra, sin importar qué tan lejos estén, con el efecto aparentemente excediendo la velocidad de la luz. debería ser imposible.
Sin embargo, esto también puede explicarse por el hecho de que en el código de realidad virtual, todas las "ubicaciones" (puntos) deben estar aproximadamente a la misma distancia de la CPU. Entonces, si bien podemos pensar que dos partículas están separadas por millones de años luz, este no sería el caso si se crearan en una simulación.
Posibles experimentos
Suponiendo que el universo es de hecho una simulación, ¿qué tipo de experimentos podríamos realizar dentro de la simulación para probarlo?
Es razonable suponer que el universo simulado contendrá muchos fragmentos de información a nuestro alrededor. Estos bits de información representan el propio código. Por lo tanto, la detección de estos bits de información confirmará la hipótesis de modelado.
Un principio de equivalencia masa-energía-información (M/E/I) propuesto recientemente, que sugiere que la masa se puede expresar como energía o información, o viceversa, establece que los bits de información deben tener poca masa. Esto nos da algo que buscar.
El físico Melvin M. Vopson de la Universidad de Portsmouth cree que la información es en realidad la quinta forma de materia en el universo. Incluso calculó el contenido de información esperado por partícula elemental. Estos estudios llevaron a la publicación en 2022 de un protocolo experimental para probar estas predicciones.
El experimento implica borrar la información contenida dentro de las partículas elementales, permitiéndoles a ellas y a sus antipartículas (todas las partículas tienen versiones "anti" de sí mismas que son idénticas pero tienen cargas opuestas) para aniquilarse en un estallido de "fotones" energizados, o partículas de luz.
El físico predijo el rango exacto de frecuencias esperadas de los fotones resultantes basándose en la física de la información. El experimento es bastante factible con nuestras herramientas existentes, y lanzamos un sitio de crowdfunding para lograrlo.
Hay otros enfoques también. El difunto físico John Barrow argumentó que las simulaciones introducirían errores computacionales menores que el programador tendría que corregir para que la simulación continuara.
Sugirió que podríamos encontrar tal fijación cuando de repente aparecen resultados experimentales contradictorios, como cambiar las constantes de la naturaleza. Por lo que monitorear los valores de estas constantes es otra opción.
La naturaleza de nuestra realidad es uno de los mayores misterios. Cuanto más en serio nos tomemos la hipótesis de la simulación, mayores serán las posibilidades de que algún día podamos probarla o refutarla.
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