Enigmas y misterios

Ovnis, fantasmas, monstruos, seres mitológicos, desapariciones sospechosas, inventos, incluso posibles milagros, esos son los temas que por lo normal cautivan a los hombres; aquello que difícilmente puede ser explicado por la ciencia y siempre será motivo de polémica.

Eso y muchos temas de interés que han trascendido en la historia, son los que Sergio Sepúlveda pone sobre la masa del programa “Difícil de Creer�?, para generar entre la audiencia un poco más de curiosidad, y mucha más necesidad de conocimiento y verosimilitud de los acontecimientos que nos rodean.

No cree en fantasmas, duda mucho, desconfía de todo, no le interesa ser como Jaime Mausán o Carlos Trejo, sabe que existen los charlatanes, pero su misión en la pantalla chica, es la de terminar con el sensacionalismo, para dar paso a la investigación, y al conocimiento, aunque está consciente que en el mundo existen aún muchas cosas que no pueden ser explicadas, pero que sí deben ser debatidas.

Su carrera inició en Televisa, trabajó como productor en Villahermosa, Tabasco y a partir del año 2000 se convirtió en jefe de información de programas matutinos en TV Azteca. Inició como reportero y uno de los aspectos que más le apasionaron durante su etapa de estudiante en comunicación, fue la investigación.

Después de 13 años como profesional, se muestra como conductor principal de este programa que fue totalmente una idea suya y en el que está totalmente involucrado, no solamente es un rostro exponiendo diferentes tópicos, se da a la tarea de ir a los lugares donde considera que hay temas interesantes, entrevista a expertos y lee mucho; todo por su firme convicción, de reflejar al público que están recibiendo un programa de calidad, donde los involucrados se han empapado de los temas que exponen.

Hechos desconocidos de la vida de Hitler, el club de los 27, historias de amor, leyes antiguas, y muchos otros temas han sido tratados ya en su programa, los cuales por principio parecen poco novedosos, pero una vez que son expuestos, atrapan al más incrédulo y también al menos estudioso.